Moradas
Morada, el lugar en el que se permanece, mas en tanto no estamos quietos no hay lugar sino lugares. Sólo en el ya-no-estar moramos, Morada mirada, Morada sentida, Morada pensada. Morada entendida como interior oculto bajo las capas, bajo las pieles de ese ropaje que enmascara, como el lugar en el que uno es, se es. Interior vegetal, también interior carne, moldes de vida ambos. Moradas que sólo pueden mostrar desde aquello que ocultan, nunca aquello que contienen, de la misma manera que no mostramos las vísceras aunque sabemos que están ahí. Centros, condensaciones de vida y de identidad; pliegues, semillas, moradas de permanencia temporal.
Vaya donde vaya, me acompaña la hondura del alma, la morada.
