Proyecto escultórico en “Alta Diagonal”, edificio de oficinas de referencia en Avenida Diagonal, Barcelona. Obra escultórica formada por tres piezas de chapa de acero lacado, suspendidas en un espacio interior luminoso de más de 40 metros de altura al que se asoman los ventanales, un espacio-atrio lugar de tránsito y comunicación de personas. El proyecto es un diálogo entre ese gran espacio luminoso y las personas.
El color, las líneas curvas, los movimientos ondulantes que tantas veces vemos en la naturaleza, semillas, hojas, flores, sus vivos reflejos, aparecieron en el proceso de trabajo, en las maquetas de papel doblado y coloreado que fueron el germen del proyecto final: ese grupo de flores que cuelgan a distinto nivel.
La ligereza de los pétalos de las flores, sus colores, su movimiento en el aire, las superposiciones, definieron el tono que tendría el proyecto. Y el papel y el juego hicieron el resto.
El espacio tan transparente del lugar permite ver la intervención desde muchos puntos de vista. Así, la propuesta se fue definiendo como una serie de formas plegadas y cerradas de planos continuos, elementos simples, sencillos. Esos planos ondulados me parecían dinámicos, fuertes y a la vez ligeros. La naturaleza está llena de estas superficies plegadas para la expansión y el movimiento. El pliegue es una reserva de espacio para expandirse, para crecer. Las esculturas lacadas en tonos amarillos anaranjados, verdes y blancos cambiarían con la luz, las sombras y el color reflejados en las superficies curvadas, multiplicando los colores, sus distintas tonalidades.